Esto es lo que la vida logra sobre nosotros: doblegarnos a fuerza de enfrentarla. Pero el viento que espantó esa copa como queriendo arrancarla de su tronco, sabe que sólo muertos, que sólo representándose de asesino nos torcerá a su imagen y semejanza: muerto, muerte.
Dioses al fin, nos montaremos el guateque en el cementerio.
Muerto: Muerte. Pero que ni lame ni muerde rosa alguna, mi querida SOLO VEO.
¿Ese es el sentido por excelencia de la otra vida: vista? ¿Me ves alma tuya de nieve? ¿Me ves?, alma tuya de nieve.