vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida.
Había un color lila que humeaba y yo estaba de verde dentro de mis harapos. Y tú me viste llegar, mendiga hedionda enamorada de su sombrero con flores y plumas.
Verde, mucho verde, para calmar la roja y sangrante ira, más sangrante y roja que ninguna herida, más roja sangrante que ninguna boca. Mucho verde Alejandra, pues bien sabes de qué hablo, aunque en este momento no pueda escribir tratado alguno, ni poema a zarpazos, para comunicárselo a los dos o tres que me leyeren. MUCHO VERDE PARA LA CASA DE LA NOCHE, tú tampoco escribiste ningún tratado; valen más las insinuaciones: déjate caer, déjate doler, y si le espolvoreas el morbo del déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, pues ¿qué añadir? Maestra en sinuosidades llegó la serpiente, aunque tú eras una tauro rata (En un año rata naciste 1936 y en otro te desfilaste o desfilaron, misma mortandad sin sentido, misma mano criminal, 1972. De rata a rata roedora de huesos mía) Te educaron bien para el suicidio: Ella sin poder gritar "¡Me asesinan!", sólo poetizando: "me mueren". No, nos murieron....
Y se acabó la vista.
"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida
"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-
"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-
Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás
Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!