Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer
cualquiere tiempo passado
fue mejor.
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consomir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.
.....
.....
Los plazeres e dulçores
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
después vemos el engaño
y queremos dar la vuelta
y no hay lugar.
.....
Dexemos a los troyanos
que sus males non los vimos,
ni sus glorias;
non curemos de saber
lo d'aquel siglo passado
que fue d'ello;
vengamos a lo d'ayer,
que también es olvidado
como aquello.
....
¿Qué se fizieron las damas,
sus tocados e vestidos
sus olores?
¿Qué se fizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?
¿Que se fizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se fizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían.
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Y no sé si en el tiempo de Manrique se usaba la forma verbal facer, hacer, o ya ésta; pero me da igual, yo se la pongo; o se la pongo con mayor motivo si otros se la quitaron al medio pasar aquí su castellano viejo.
Y vayamos con el tornaviaje del título que es lo que me aterrizó en Manrique amadísimo, este poema que debiera ser escrito con letras de oro que dijo Lope.
Tornaviaje. Es una de esas palabras del castellano viejo que producen amor a mis oídos. Que alguien me las regale, es más que si un diamante me licuasen por las orejas.
Mas Dexemos a los troyanos
que sus males non los vimos
ni sus glorias escuchamos
y vayamos al encuentro de lo hilarante.
¿Por qué razón me entró la risa al oír la palabra, tan común ella, verbo tan sin nada resaltante sino que incluso pedante, Analizar?
El mismo verbo lo dice, lo que me produjo la risa: Analizar: Hacer ano de cuanta cosa, no sólo del sexo. ¡Todo convertido en ano por mor de este cuatrisílabo!
pasajes hilarantes de verbos freud
