Esa publicidad de la tele donde se denigra a la mujer constantemente, y sólo si aparece un tío en disposición de follarse a una tía en medio de un conjunto de espectadores machos, pues hay alguna agrupación feminista que pone en funcionamiento los mecanismos de protesta efectivos, no yo escribir aquí, yo a quien nadie oye incluso esas señoras tan por sus derechos... Que yo he de confesar veo por parte alguna, sus acciones (quitada esa emprendida contra el anuncio mencionado, amén de las manifestaciones del 8 de marzo)
Esa publicidad de la tele donde continuamente, y en anuncios a toda hora y además repetitivamente machacones, que hasta los niños memorizan, y ya desde pequeños, los niños de ambos géneros, darán a las mujeres por esas meonas, o esas señoras a las que continuamente les pican sus partes pudendas; esa publicidad de la tele donde continuamente y a toda hora y de máxima audiencia se denigra a la mujer colocando al colectivo enterito de ellas, de lo que ya dijimos es cultura general ya desde la infancia para los niños: las mujeres como esas meonas, o esas señoras a las que continuamente les pican sus órganos genitales externos e internos.
Cuando, yo, la verdad, y digan todas ustedes, si es que alguna me lee, jamás vi a señora ninguna (quizá por lo pudendas o lo miradas) arrascarse con descaro en esa zona QUE LA TELE MACHACA CONTINUAMENTE QUE LES PICA, mientras a tanto caballero u ordinario integrante de ese género no pasa día en que no les veas manosearse ahí ante la audiencia que fuere, dado que les pica, supongo, o dadas cualesquier otras irrefrenables incontinencias.
Y lo de la micción floja, esos anuncios de la tele en las horas de máxima audiencia sobre todo infantil, para la cual el citado anuncio servirá más de escuela que nada que pudieran enseñarles en centro especializado en eso, enseñanza; esos anuncios poniendo al colectivo mujer en general de meonas. Cuando también creo que lo de la incontinencia urinaria, como cualquier otro tipo de incontinencia, es más, incluso anatómicamente, propia de ellos. Pues bien ellos no serán rebajados por anuncio publicitario alguno, firma comercial, que nos los presenten de meones.
Así pues sigamos gritando, a ver si algún día me oyen y me hacen una seña de humo para integrarme ahí, tener algún sitio de dignidad donde integrarse, las asociaciones feministas, esos grupos que dicen tan activos, no veo por parte alguna, en defensa de los derechos de la mujer:
¡¿DÓNDE ESTÁ ESE FEMINISMO?!
