
Lo malo de este andrógino del sr. Sánchez, nunca mi Ginandra, son los tres mil millones de musulmanes y otros extremistas o machistas o fundamentalistas del sexo y otras atrocidades psíquico-físicas realizadas sobre la mujer, que al ejemplo de los cuatro acompañantes del sádico engafado ansioso de espectadores de la foto, contemplarán la escenita en pose de espera aguardando su turno, o sea el mono imitador, el gregarismo vergonzoso que lleva dentro todo macho para no defraudar al líder o no defraudarse a sí mismo ensoñándose como eso.
Aparte de lo tal, y vista la foto desde abajo, posición tan femenina, considero que no está nada mal este... ¡o esta! pedazo de Gin-sin-el- andra, que no su andro-sin-el-gino sr. Sánchez y a pesar de ello parte de usté tan "femenina" que tanto dice mimar, del dicho al hecho... cuasi na el trecho.
El dolor de cabeza que se hubiese evitado la firma italianina mafiosina, si en vez de ser tan dura de sesera, o sea ¡tan andro!, tan la parte así del hermafrodita (Yo también prefiero aquí decir Afrohermes) del sr. Sánchez, hubiese prescindido de esos cinco untados en brillantina dejando sola, como mejor siempre se estuvo ante la alternativa del "mal acompañada", a la parte Afro-dita- del afrohermes, o Gine del andrógino. Un cuerpazo así montado por el Dolce, aunque no el Gabbana, ¿para qué más brillantez? .... Digo, brillantina.
Brillantina andrógino está hecho el sr. pervertido Sánchez.