Vamos no es La Ciudad de las Mujeres, no la página web, sino la que imaginasen en sus épocas respectivas las Cristinas de Pissan o las Andrea Dworkin; ¡pero! ...Aunque, seamos sinceras, la embajadora de buena voluntad DE UNIFEM, SEGURAMENTE LO MÁS CERCA QUE ESTAREMOS NUNCA DE NINGUNA CIUDAD DE LAS MUJERES, ya podría dejar de ser exponente de la feminidad de cartelera pasarela, del consumismo directo para pollas, sexo contrario visto desde esa genitalidad. NO PODEMOS CREERNOS, LA GENTE CON ALGO DE INTELIGENCIA Y QUE APRECIE LA NATURALIDAD NO SE CREERÁ EL TALANTE LUCHADOR DE NADIE QUE DESFILA POR SU ALFOMBRA ROJA.
A falta de Ciudad de las Mujeres, en arquitectura no página web, Unifem. PARA QUE DEPOSITEN SU FIRMA, SU VOZ
