No sé cómo algunos tienen la desfachatez d hablar y d lo + coloquialmente de sexo, ¡coloquialmente o en plan experto, mismo da para idéntica desfacha-

tez!, ¡y como si se pudiera ser experto en algo respecto a lo cual se supone de los otros el desconocimiento ya que en nosotros, o sea ellos, la expertez o sea la desfachatez! No sé cómo los sres. Sánchez mentado en artículo anterior y otros listillos de la lista que pretenden pasar a la historia con su "literatura", ¡y qué habrá ahí de literario!, se atreven a hablar de andrógino, él serlo, o aspirar a lo mismo, cuando el sexo, sobre todo si su indeterminación ¡o peor! la absoluta incorrección (LOS COMO ÉL, EL SR. SÁNCHEZ, POR MUCHO QUE SE DISFRACE DE ANDRÓGINO, DIRÍAN, DIJERON, DICEN, ÉL SE DISFRAZA ESE RABO CON SU TAPARRABO DE ANDRÓGINO, DESVIACIÓN DE lo que llamo aquí INCORRECCIÓN) de amar a la mujer siéndolo, SOBRE TODO ESTO ÚLTIMO, ESTA LA MODALIDAD MÁS PELIGROSA DE SEXO, HA COSTADO A TANTAS LA VIDA, ¡Y SIMPLEMENTE EL SER MUJER, SIN LESBIANA ALGUNA POR MEDIO, YA LES COSTÓ Y LES SIGUE COSTANDO A TANTAS, CASI TODAS TODAVÍA MENOS LAS TRES AGRACIADAS DE LOS PAÍSES AGRACIADOS, LA VIDA!