"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

se escribe como se habla se escribe como se es el alma

viernes, 29 de febrero de 2008

Dice en mi sueño o crepúsculo: La querida tierra, República del sexo y seso. Presuponed quién dice esto en mi crepúsculo: La que amó tanto la Tierra q

se abrazaba a ella gritando un nombre a pesar del daño que de ella recibió; la que amaba tanto la Tierra que ¿podemos decir con honradez, como propalamos tan miserablemente, que "se suicidó", o la murieron, como bien ella decía, la asesinaron, SUICIDIOASESINARON?
Lo que parece que queda patente con esa voz en mi crepúsculo, no su preciosa voz de viva, es que sigue amando a su Tierra mi exquisita flor sensual, su Véate mi sexo, en esta ocasión, ¡y también cuando viviera!, también SU SESO, Véate mi sexo y seso, bien pudo decir aquella a la que las almas se le derrumbaban, tan pobres y míseras tan intelectualmente escasitas ante su moral auténtica, su verídica inteligencia; sigue amando a su Tierra, el jamás conseguido Jardín, jamás conseguido ni siquiera allá donde se encuentra, Cielos, que no la perfección o Ciela, su-mi Jardín.
¿Está a disgusto en aquel otro barrio mi grandísima Ioculatora? No tienen sentido del humor, y menos del sexo seso. ¡¿Y qué le vas a pedir a aquello por muy Más Allá, así escrito con mayúsculas que le pensemos, si abarrotado, llenetico hasta la cúpula de tanto desgraciado?! Desgraciado en ambos sentidos del término: los que padecieron sin rebelarse, o sin que les dejasen rebelarse más cierto, o los sádicos que a inflingir esas penas miserias a los demás estuvieron dedicados.
La querida Tierra: República del sexo y seso.
Desde luego yo no diría lo mismo. La puta y maldecida tierra que no sabemos de qué nos estafase más imperdonablemente, si del sexo o seso. Sexo y seso los míos jamás satisfechos, o como dijo el campesino inglés al que el rey asesinó o sea mandó ajusticiar por robarse un pan: yo que no he comido bien ni un solo día de mi vida, yo debo morir. Mi virgen inteligencia de no haber tenido nunca iguales; mi pobre sexo tan arrastrado, y eso que apenas practicado, por las lóbregas compañías de la tierra, y hasta daría igual en qué sexo, ¿existe acaso mundo mujer no contaminado por la suciedad la torpeza de mundo macho?
Pues para ti querida será lo de República del sexo y seso la tan deseada Tierra. Para mí toda una estafa, tan si no mayor que el Otro Mundo. Por tanto no puede ser mi propia voz, deseo ninguno in sub o consciente, los que así se pronuncien en mi crepúsculo. Además yo jamás hubiese sentido esa luz por mis huesos cuando pronuncio la palabra tierra, como vos, yo que únicamente llegué a sentirme como dios en dios ante dios en las contadas con los dedos ocasiones en las que el amor se hiciese pleno; yo me sentía como allí, Otro Mundo, y tú hasta allí, Otro Mundo, te sientes como en casa, aquí, luz pero por tus huesos, Tierra.
Related Posts with Thumbnails