"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

se escribe como se habla se escribe como se es el alma

lunes, 18 de febrero de 2008

Lo dejo por imposible. Le digo "páginas en español"al busca de google y q si quieres, págs. en español para Roger Bobhot, supongo q el auténtico guio-

nista de "La vida soñada de los ángeles". Película que además de removerme los cimientos con aquella musiquita final del Yann Tiersen y la voz de niña de la que la canta tan parecida a la voz niña con la que Alejandra Pizarnik se me despidiera en el crepúsculo: "Pensé tomar el jardín"; película que me suscita ciertas interrogantes y sus correspondientes respuestas al respecto de toda historia: ¿Se puede contar algo auténticamente humano sin haberlo vivido? Por supuesto que no. ¿Merece la pena contar algo que carezca de ese título "algo auténticamente humano"? Mismamente no. Lo cual me recuerda a Gloria Fuertes y lo que me contase de una agencia de guiones que albergaba el inmueble donde ella vivía; consejo textual que me dio: "Ni se te ocurra poner en manos de éstos nada que escribas". Aunque yo creo que no se nos debe ocurrir poner en manos de nadie nada que escribamos. Y aquí está la prueba, en la historia que nos ocupa de las dos niñas Isa y Marie, de que no se nos ocurra poner en manos de nadie nada que escribas: Yo esperaba encontrarme detrás a una guionista y cuál mi sorpresa al toparme dos caras pecho lobo o pecho listillo detrás de las niñas Isabel y Marie. Aunque también es bien dudoso que alguien que haya vivido historia como esa, o parecida, sobreviva de la miseria para contarla, ¡vamos, que sobreviva alguien, menos mujer, tirada por las calles durmiendo en las casas para el derribo o mucho peor donde los camellos y sus yonquis, amén de otros muertos de miseria algunos tan peligrosos como muestra el caso español de "el Arropiero", trafican moviendo al menudeo esos grandes capitales que fundan luego tanta empresa, financian tantos partidos políticos, o justicias y sus aplicaciones, o ajustes de cuentas!


Pero también me digo, y no se crean que una en demasía monologa, sólo cuando nos da la gana (o cuando les da la gana a los Aparecidos) o no podemos, como casi siempre, soltarle una buena puñalada, sea verbal, al mundo, me digo, que a lo peor la niña Isa, la superviviente, aprendió a follar de lo más inteligentemente único modo de subir peldaños desde la cloaca en la que se localiza su vida y pudo trasmitir, se supone que a modo de transacción comercial, su historia, su tragedia, más de la muerta que de ella misma; ¡pues lo que nos parece de lo más imposible es que ella misma pudiera escribirla con los dedos y la sesera atrapados a jornada completa en los menesteres robóticos de las fábricas y las intelectuales compañías que por esos ambientes menestrales se prodigan!
Y SI LA ESCRIBIÓ, ya lo sospechamos lo primero recordándonos lo que nos aconsejase Gloria Fuertes: ¿Ello es la fuente de donde tanto director de cine es a la par guionista de sus propios trabajos? ¡¿Trabajos?! ¡Joder con los eufemismos! Si mis sospechas: Tantos supuestos trabajos no son otra cosa que robos. O: Tanto una trabaja, ¡Y peor si vive!, si le toca vivir la tragedia da igual la trama, para que otros cobren de ella o de mal narrarla. PUES AL FIN DE TODO, LO ÚNICO QUE ESCONDE TODA HISTORIA, INCLUSO NUESTRAS PROPIAS BIOGRAFÍAS, PROPIOS DIARIOS SI DE PRIMERA MANO TRANSMITIDOS, NO ES MÁS QUE PARCIALIDAD Y SESGAMIENTO. O: Ninguno de nosotros está capacitado para narrar ninguna historia; por ello dijo Pirandello que si alguien fuese capaz de contar su vida, que es bastante más fácil que inventarte vida ajena o robarla, ello sería la mejor novela.
Mejor novela: LA QUE NO SE ESCRIBIRÁ NUNCA. ESAS DE LAS QUE SOMOS NO-AUTORAS PIZARNIK Y YO.
Además nadie con 21 años en los que se instala la tragedia sobrevive a ello. Ni siquiera para narrarlo aun pasando sobre ello los años que viviese Pizarnik, QUE POR SUPUESTO ELLA TAMPOCO SOBREVIVIÓ PARA CONTARLO, 36, o los que tardó en sacar su voz de debajo de la infame tierra adonde su entorno, su país, su tiempo, su circunstancia, sus familiares, amigos, enemigos, ¿colegas?, la arrojasen: otros treinta años más. Aquí estoy yo con 36 sobre mis 21 años para demostrarlo. ¿Puedo decir que he vivido?, para parafrasear al parásito, por muy de izquierdas, poeta macho, macho y de oficio embajador cual tantos parásitos o poetas; ¡¿puedo decir que he sobrevivido?!
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