y científicos oficiales, la auténtica amante a los que se disfrazan de amorcillos en el carnaval del mundo, la autenticidad al montón de mierda, generalmente macho, que ensucia el mundo en mentiras y todos sus vicios descendientes... Les dijo asestándoles tal patada en sus partes impudendas que vaya que si libró al mundo de que una legión de demonios se encarnasen privándoles de la facultad de reproducirse a esos cerdos (Perdonadme cochones zoológicos, simpáticas y dóciles criaturas que llevan su fidelidad tan allá del sacrificio, igual que los perros, a esta raza de ellos sí verdaderos cerdos, que ¿se la merecen? Hambruna les pillase a todos esos bien alimentados como las que en este momento diezman, no sólo el tercer mundo, sino también en estas sociedades de mierdas que llaman primero)
Y no he venido aquí a hablar de gentuza que a todas horas se la menean, su "imagen", por supuesto, ante los espejos. Ya bastantes reproducciones de sus grotescas getas les vierten los medios... y los enteros.
Vine a hablar de algo tan simple como el Número de Loschmidt, a secas, ni siquiera voy a hacerlo de la constante de Faraday o el Número de Avogadro, tan sus parientes en esto de las partículas por gramo o cm3 o m3 o gramo o voltios. Dícese NL : 2,6867773x1025 partículas. Pues bien, ¿para qué se molestó Loschmidt en medir (claro, como todos los científicos trabajan, y no digamos los escritorzuchos, con el presupuesto o dineros que a otros se nos robara sin consultársenos si estábamos o no de acuerdo en que lo que así se nos sustrajese, por violencia, no hay robo sin la misma, se destinase o no para un buen propósito como el que alguien se estruje el cerebro en un laboratorio, o para que cualquier escritorzucho se la menee, quiero decir su literamierda, no está bien decir literatura de todos los productos que por eso pasan, en público) lo que ya antes que él había hecho la naturaleza? Mírenla ahí carcajeándose del Loschmidt y otros diciendo: -c3 queridos. Yo soy el número del Loschmidt ese, 2,694400242x1025 . Voy a tener que empezar a creerme que sólo Einstein me entendió, y ya cuesta, y los demás sois imbéciles.
