Se puso rígido, eso fue todo,
juntando el frío
acopió multiplicándola la indiferencia...
Como si sólo fuera capaz de Orgullo.
Dijo la Dicki….
nson.
Que no soy yo
va en lo que sigue:
E incluso cuando con cuerdas
bajó ese peso que no era él,
ni señal hizo, ni objetó.
Cayó indudable.
Todos caemos.
Es una lata la gravedad
... del estar muerto.
"Bajó ese peso que no era él".
¿Cómo podría si estaba muerto?
Aunque es bien cierto
que la pregunta es si vivió.
No sé si el peso tenga la capacidad de responderse
una vez muerto después de muerto.
Acopió multiplicándola la indiferencia...
Como si sólo fuera capaz de Orgullo:
Majestuosa definición del estar muerto.
De ello ha de saberse que fue la Dicki….
nson,
que no fui yo;
Majestuosa definición del estar vivo.
Y aquí un momento de esos que nos cuenta la física cuántica y sus congelaciones de simetrías,
momento mágico del que nos hablan todas las ciencias denominándolo "condición emergente". He aquí una condición emergente, la de estar muerto, en metáfora de patinadores o arroyuelos por los que patinan:
La frente copió a la piedra,
los dedos se enfriaron demasiado para doler
y cual arroyo de patinaje
los ojos activos se congelaron.
Indudablemente ahora todo le patina,
le escurre todo y no son lágrimas,
tanto es el frío cuando se sufre, que ya ni duele.
Aunque debiéramos preguntarnos:
¿Sufrió este muerto, dio que sufrir?
Está bien muerto,
mas se hubiera muerto bastante antes.
Ay Dickinson, cuánto me haces reír a veces
....Como si sólo fuera capaz de orgullo.
¡Pero te juro que hay ciertos muertos, y tantos vivos,
que no conocen que sea eso!
Tú estarías muerta así, yo viva así;
pero ello no era para que generalizases:
Hay muertos y muertos como hay vivos y vivos.
Hay muertos que ya lo estaban aun antes de morirse
y vivos que lo siguen estando aun cuando muertos.
