cados como una que han de callar para mantener la máscara en su lugar. Toda forma en realidá es una máscara. La cual puede soplarse y desaparecer; pero primero está la poesía de i acentuada con toda su erótica retórica, y después lo demás, Poesis con mayúscula, o prosas tan humorosas como las que escribiese Pizar...Nik, por supuesto. La pobre se queja de eso mismo desde su Ciela o Cielo diciendo aquello en mi sueño de "República del sexo y seso" de su amada Tierra.
Un poema tan burro que entonces sí debería, el Dios que es para cuantos por aquí escriben, Google, introducir mis páginas en su apartado "PARA ADULTOS". Que esa peor que inquisición, peor que censura que es decidir lo que viva o no aquí, internet, ¡y peor que censura e inquisición por conducir páginas que no lo son a apartados que no les corresponden! arruinando entonces de ese modo vil.
Pero vamos, una si hubiera querido sobrevivir, a eso hubiera debido dedicarse: Al fin por Aretino y otros sabemos que cualquier poesía que diese de comer a sus ejecutantes, aparte de los amañados premios y los más amañados enchufes de toda índole, es únicamente la practicada por embajadores de todos los países en otros países, aunque esto es también cosa de enchufe, y la cosa Areti-nada, bastante más rentable que la soneti-nada que esta última sólo sirve para conseguir de los otros favor de enchufe... ¡Que ya es sobrevivir, coño! Parece una tonta. Tantas clasificaciones para acabar en lo mismo: todo es uno. Areti-nada=soneti-nada. La Poesis en realidá viene a ser aquella cosa que le diagnosticasen a Alejandra respecto de su homosexualidad los expertos en parapsicología que suelen ser todos los psiquiatras, psicoanalistas, cuantos se dijeron y digan conocedores del alma como los anos de Freud y resto de patrañas penes sombreros y coños descerebrados o desombrerados: "La homosexualidad en usté no es más que una especial captación parapsicológica". De todos modos era muy moderno para 1971 el parapsicólogo este o psiquiatra.
Una especial captación parapsicológica: Parece que a pesar de todo el burro de los anos eróticos y penes sombreros nos vio el destino, nos los leyese como las gitanas, ¡y a ambas, carajo!, para que se vea lo pitoniso o lo bien formado en su esculea de anos. Anos a los que ni siquiera supiesen dar el tratamiento adecuado, que sí Alejandra. Hasta por eso hubiera debido estar cobrando ella, además de por excelsa Poesis por la cual la muriesen de hambre: por practicar mejor que ellos, psiquiatras, el oficio de éstos... Por lo menos en lo tocante a los anos.
Una especial captación parapsicológica: Vaya, en eso ha devenido mi homosexualidad recibiendo almas de otro mundo en mi cuarto ¡que juro que hasta me quisieron montar!, pero que también juro nada me produjo más espanto que un coito fantasma. Pues ¿habríamos de llamarle a eso incubía de su parte y sucubía por parte de mi consentidora persona?
Me niego de plano a que así se me relacione, o se diga de mí que mantuve relaciones... Aunque si hubiese sabido el propósito, una al fin es tan mentalista en todo, si no lo paso por lo gris de la cerebridad es que es como si no existiera, si hubiese sabido el propósito: Aquello de parir, por ejemplo, sabiendo, esa vez sí, lo que signifique dar a luz a aire a agua igualito que Nuestra Señora Virgen, aquella que también se me apareciese en una cueva cuando era pequeña (en realidá sólo por lo que atañe a la homosexualidad es por lo que tengo tanta manía a la iglesia, además de por sus abominables e innúmeros crímenes de siglos como el exterminio de aquellos cátaros del Languedoc y norte de España que hubiesen conducido el mundo a la edad moderna en bastantes menos siglos que esa puñetera hipócrita y criminal organización) sabiendo por ejemplo que de relaciones tan íncubas-súcubas sólo podría engendrarse un Anticristo o algo parecido ya que para parir al Cristo llegamos demasiado tarde en siglos. Pobre Anticristo, qué puta madre soy: mira que negarle la vida. Aunque desde luego como posible padre tampoco es que tú fueses un Íncubo lo debidamente contundente como sí lo fuese el dios del que dijese la poseída: -Hágase en mí según tu palabra.
....Palabra. No te jode. ¿Y qué otra cosa tú fuiste mi precioso Palabo? Pero no lo suficientemente contundente como para penetrar... Aunque tampoco yo lo suficientemente virgen, o en edad. Y esa no penetración tuya me acabó por conducir a la definitiva infertilidad, pues la psiquiatría se diría: cosas de histérica o premenopáusica, pues me condujo a la libertadora menopausia, sí. ¿Sería del susto?
Y ya sin bromas: Debí haberme dejado como la Santa Virgen enunciando o no aquel cántico a la Palabra: Hágase en mí según tú. Debí haberme dejado. Desde luego no estaría aquí perdiendo mi vida y mucho más importante mi obra que ni siquiera a mi propio nombre irá unida, que cualquiera con suficientes conocimientos internáuticos puede arruinar y sin necesidá de las figuras horribles de inquisidores y sus pistolas y sus navajas y sus cerillas. Mi obra a la que debiera poner sólo tu nombre; y dado que no: Pongo tu Palabra pronunciada desde otra Vida: Solo veo rosas. Al fin siempre quisimos ser autora de un solo libro, pues eso es lo que escribimos todos aunque cien emborronemos, cien y en mi caso hasta seguramente más podrían sacarse de todo el material que yacerá para la eternidad en los cajones, ya nos lo pronosticaron las poetisas de mierda, ellas sí de mierda. Y yo diciéndome todos estos años mientras nos robaban y arruinaban la vida: -No importa; ya llegaremos a vieja. Sí, vieja como la viejita que te viste tú allá en París 1962 en aquel premonitorio relato que me produjo escalofríos al leerlo y leer la fecha que había en él: la fecha en la que tú viniste a mí, 2002 y te veías escribiendo como en mi cuarto: en un cuarto viejo polvoroso y feo (bien no tan feo ni tan polvoroso, aunque pobre y viejo) Ya llegaremos a vieja y a explotar estos tesoros. Pues sí, a vieja, pero todo este oro de las letras será reducido a polvo como una, pues precisamente ahora a su autora le faltan diversas vidas, que tú dijeses de tu propia obra, o diversas fortunas para poder rescatar de la condena a muerte que nos tienen proferida desde antes de nacer, antes de venir al mundo. ¿Yo para eso he nacido: para esa ignominia que los demás representando, ellos sí representado, el papel de dioses respecto a una, quisieron o procuraron o o con inconsciencia y de tan diversos modos ejecutaron sobre una?
