Divagaba yo a mis 24 años por un cementerio de Madrid esto pensando tras cotejar lápidas aledañas y encontrarme bastantes casos de esta curiosidad, casualidad llamativa:
Murieron para conocerse
Las lápidas una al lado de la otra
y no con la proximidad del parentesco
si acaso la fecha del óbito.
30 años. Tu madre y hermanos no te olvidan
20 años. Tus apenados padres
Morir para conocerse,
para poniéndose a salvo de sus sociedades
amar poderse.
Estáis juntas en vuestras muertes,
quizá hubieseis llegado a ser las mejores amigas...
quizá ahora sois más, bastante más que eso.
Dios es así:
Toda la vida una imposibilidad de encuentro para el Amor.
Morir para conocer a quien era tu rostro del otro lado del espejo,
tu Más-Yo,
tu Más-Tú-Misma que tú misma.
Pizarnik, a tres años de tu muerte escribiendo yo esto a dos mujeres unidas por sus lápidas en un cementerio de Madrid, dos mujeres, dos hombres. Lástima que no tomé notas de los nombres, de los sitios, el número de ellos. Sé que fueron bastantes los que descubrí. Morir para conocer a quien era tu rostro al otro lado del espejo... Y yo como dura de morir: ¿Has tenido que regresar desde la Otra Vida para recordarme que estás allí aguardándome, que me demoro, que tú sólo ves rosas, y que cuándo voy a llegar a tu Jardín?
