
luna más Cheshire que la astronómica de abajo. Que no duerme la niña sino que llora y llora es sabido y a su gato en pijama espera... o a su gatita con sombrero y zapatitos.

Sí a la misma que confiase sus más ocultas intenciones, y en el diario de su piel lo escribiese:
el mundo al revés, lo de fuera dentro, cada vez que me presentan a alguien desconocido siento la necesidad de oírle reír a carcajadas y de verle el sexo. 
Qué equívoco mi niña, aunque bien presentado: Por sus risas de hienas taimadas o de taimadas hienas les conoceréis, dime cómo eres en el sexo y te diré cómo eres. Cómo eres y cómo te gustaría ser, que si no no está completo el test.