Alejandra Pizarnik,
Que al hijoputa de dios no se le ocurra
poner un dedo encima de mi vida
(Ya esta obrándome de lápida toda su "creación"
--a cualquier cosa llaman creación como a cualquier perversión descerebrez, cultura--)
Que antes de desfilarme, haga lo justo con su entera creación.
Estamos aquí para esas escatologías.
Pues ¿de qué sirve denunciar las prácticas corruptas de ayuntamientos en la concesión de toda clase de licencias, no sólo las de quioscos de prensa, asunto con el que han sepultado mi entera vida; de qué sirve denunciar la corrupción a la hora de las concesiones de todo tipo de préstamo, beca, ayuda, concesiones, sin lugar a ninguna duda, de índole y recomendación partidista?
¿De qué? ¿De ahondar, por si no lo estuviera bastante, la lapidación, el ostracismo social que llevo padeciendo, primero por tortillera, luego lesbiana, siempre por mujer no puta, que no se deja arrastrar a los pudrideros de toda decencia, social estratificación macho, sociedad y sus instituciones concesoras de licencias, préstamos, becas, ayudas; ostracismo por escribir y decir lo aquí dicho, lo que el alma requiere, lo que la mínima integridad, esa desconocida para todos los entes sociales, y da igual el sexo, putas a imagen de sus chulos, eso todo cuanto hay en la sociedad?
Te sigo diciendo a ti, Pizarnik, lo que a mi hermana muerta:
Que al hijoputa de dios no se le ocurra
poner un dedo encima de mi vida
sin antes desfilar a su sucia entera creación de ratas humanas.
Todos vendidos al oro, vil metal, oraciones humanas:
a sus criminales dioses, o, lo que es lo mismo,
a los criminales de sus hermanos;
todos vendidos.
Yo incluso.
¡Mirad cómo oro!
Ah! Y se nos olvidaba la oración interrogativa
hoy en día tan singular
MUJER TRABAJADORA
¿Cuántos de los que celebran hoy tu día,
sobre todo si género masculino,
harían exactamente lo que hicieron
aquellos por los que "celebramos" este día:
quemar la fábrica con las trabajadoras dentro
para que hoy tengamos qué conmemorar?
....Sociedad hipócrita.
