Estoy en tu útero
centro de tu entraña.
Muevo mi cabeza
como pene ninguno puede hacerlo
por la matriz de tu lengua,
me bautizo de tu saliva.
Me siento dentro:
Ojos a cada lado
de la así empuñada espada de tus trompas.
Te amo con la fuerza del Toro
volcán sin erupción
todo el fuego dentro,
te amo con la ciencia del Centauro
la felina embestida del Tigre;
yo soy esos: Centauro, Toro y Tigre
y te amo,
deposito mi cabeza justo al centro de tu entraña
...y aquello es mi guardería o mi Gloria
sala de la toda ciencia:
Ello es Dios.
Mal, me siento tan mal, que voy a subir aquí esa fotografía
(ya que tapé la cara, ésa una, que daba en mis diarios, con una rosa. Le partan a la rosa los pétalos que ya está acostumbrada a verse así rosa desparramada imprime gritos en la nieve) la que titulo "mal" pues me dolía la garganta que oprimía con la mano. Me siento mal por esta obligación de salvar mi palabra de la muerte que le decretaron con tan evidente injusticia este mundo hijoputa y su cultura peor (ni siquiera importa el país en que sucediese) ¡Es como si yo encima les estuviese redimiendo el pecado! ¡Me cago en dios! Renegando toda mi puta vida del cordero aquel maricón en el que convirtieron, a su imagen y semejanza, a Cristo los curas. Y acabo de hijaputa yo también redentora... En esta hora en la que debiese tumbarme a la bartola esperando el señalado día del Juicio, día de la poética maldición, como POÉTICA Revelación la hubo
¡¡LEVANTANDO EL POLVO DE ESTA MALDICIÓN
QUE AHORA OS LANZO:
YO, LA POESÍA, O CARMEN,
O BÁRBARA, RÍETE...
ES LA VIDA QUE OS QUEDA!!
DESPUÉS DE MÍ NO LA HAY,
NI ANTES LA HUBO.
YO SOY LA VERDAD Y LA VIDA
...Nos queda muy poco tiempo.
Me queda muy poco tiempo a mí
¡Y me sobra todo el tiempo!
La Eternidad fue mi medida
¡EÇ ¡EÇ!
Se escribe con dos ee
EEÇ
