llenado de algo mis arcas, habiendo comprado ese cuento, o toda esta literatura que aquí yace en la misma tumba que la sociedá de este país me abrió, esas todas las oportunidades que me diese a mí o a mi escritura. Un cuento del cual ni sé el libro. Seguro que lo tuvo, o perteneció)
¡Y creó los genitales!
Hasta aquí no se había envejecido. Pero cuando apareció la torpeza que hizo de un mismo hombre macho o hembra arbitrariamente, también el tiempo se rebeló dando comienzo.
Entonces empezó a contar la edad: Antes y después de púber; antes y después de núbil; antes de Cristo y después. Se dejó de ser niño al empezar la hebe; y hombre, al comenzar la sénex senectud. Al esfuerzo llevado de abandonar la infancia, el hombre se hizo viejo de fatiga. Por un farol de esposa: de ser vista y ese furor de ver que es el marido, ambos cayeron en las lejanas horas, que entonces así lo parecían, del climaterio que es dejar de ser hombre, ni varón ni hembra, pues según la sociedá serlo es generar (De lo mismo jamás se nos consideró hombres o miembros de esta especie a los homosexuales, al creérsenos incapaces de generar por nuestra condición, cual si la misma nos impidiese ser hembras o varones) Generar aunque fuese el vicio que no el genio.
Ya no hay más sexo ni más queso con que hacer trampa a la rata cronológica. Se arrugan los días... Y cae la muerte, telón sobre vuestras mentiras historias.
Cierto, esto es lo único cierto.
En verdad en verdad os digo......
